La central hidroeléctrica Minas San Francisco, con 270 MW de potencia, ubicada entre las provincias del Azuay y El Oro, reinició su operación, tras el proceso de desalojo de sedimento acumulados en el embalse de la presa. Durante esta parada se ejecutaron paralelamente los mantenimientos semestrales de las unidades de generación y la subestación.
Las maniobras se ejecutaron con base en los parámetros de operación y mantenimiento de centrales hidroeléctricas con embalse de pasada (que no acumula gran cantidad de agua). Durante las crecidas de los ríos Jubones y San Francisco arrastran sedimentos, que se acumulan en la presa. Por ello es necesario realizar el desalojo, de forma periódica, para asegurar la generación continua y conservar los equipos electromecánicos de la central de generación.
En el retiro de sedimentos se aplicó la metodología aprobada por la Mesa Técnica Interinstitucional (MTI), conformada por los ministerios de Energía y Minas, de Ambiente, Agua y Transición Ecológica (Maate), CELEC EP y el Instituto Nacional de Biodiversidad (Inabio). Esta consiste en la apertura controlada de las compuertas de la presa para permitir el retiro regulado del material acumulado y monitoreo de la calidad de agua.
José Gómez Jurado, gerente de CELEC SUR, indicó que la intervención en las tres unidades de generación incluyó inspecciones técnicas, limpieza, ajustes y pruebas para asegurar el estado de los equipos y sistemas del conjunto turbina – generador, transformador principal y subestación eléctrica.
Los trabajos culminaron cinco días antes de lo planificado y una vez que alcanzó el nivel mínimo de operación tras el proceso de llenado del embalse, la central se encuentra disponible con sus tres unidades de generación para cubrir la demanda de energía del país, en función del despacho establecido por el Operador Nacional de Electricidad – Cenace.