Aso. San Pablo de Guarainag. Nueve productores elaboran 10000 fundas a la semana, que se venden en Azuay.
En el cantón Paute, en el nororiente de la provincia de Azuay, funciona la Asociación de Productores San Pablo de Guarainag. Hace tres años, sus nueve integrantes iniciaron la comercialización de la horchata Charito.
Cada semana ellos elaboran entre 9000 y 10000 fundas de 30 gramos, que se venden en tiendas, supermercados, restaurantes y otros espacios del Cantón Paute. Para la producción cuentan con una planta procesadora que está equipada con un molino, un caldero, una tamizadora y un horno. Este último tiene una capacidad para deshidratar 450 kilos de hierba a la vez, de diferentes especies.
La inversión inicial fue de USD 60000 que se destinaron a la compra de equipos y la infraestructura. La iniciativa fue financiada por la Corporación Eléctrica del Ecuador (CELEC EP), que apoyó a estos productores porque están ubicados en el área de influencia del Proyecto Hidroeléctrico Mazar.
Según el integrante de la Asociación, Gonzalo Collago, el Gobierno apoyo hace seis años para montar el proyecto de la planta procesadora. “Antes nos contrataron para hacer reforestación de la zona y nos ayudaron para construir un vivero”.
La primera idea fue producir té, pero no se concreto porque la inversión era mayor. Cuando se elaboró el proyecto surgió la idea de producir la horchata y optaron por la marca Charito como un homenaje a una de las integrantes de la Asociación, que ahora es la presidenta: Estela Rosario Lituma.
Según ella, esta horchata se compone de nueve hierbas como la menta, el ataco, la esencia de rosas, el toronjil y la manzanilla, cedrón, violeta, entre otras. Estas variedades se cultivan en el vivero de la Asociación en el poblado de Guarainag, ubicado a 35 minutos del centro de Paute. Tiene 432 metros cuadrados.
Una vez que crecen las plantas son llevadas a cada una de las huertas familiares de los miembros de la agrupación. Cada uno de ellos, en promedio, aporta con 50 a 60 kilos a la semana.
Esos casi 450 kilos son procesados en la planta y sirven para producir hasta 10000 fundas a la semana. Cuando hay gran demanda, estos azuayos se reúnen dos o tres veces por semana para producir, incluso durante las noches.
Es una actividad complementaria porque, principalmente, se dedican a la agricultura y ganadería. “Si ganamos, pero lo más importante es consolidar a la organización y rescatar este tipo de bebidas tradicionales”, señala Collago.
Uno de los objetivos es vender en Cuenca y en la provincia de Morona Santiago, donde hay demanda, señala Collago. También están por lanzar la presentación de 60 gramos, que costará USD 1 y que se sumará a la de 30 gramos, que vale 50 centavos de dólar.
Asimismo, tienen adelantado el proceso para iniciar el deshidratado de frutas. Collago asegura que están listos los análisis de laboratorio y la comercialización se iniciará cuando obtenga el registro sanitario. Serán frutas como manzana, guineo, piña y mora.
Patricio Coronel, del restaurante Corvel del cantón Paute, les prestó un espacio para promocionar y vender la horchata Charito, en la denominada vitrina artesanal y turística. Él destaca la calidad de las bebidas que se logran con este producto.
EL PROCESO
La fase inicial. El primer paso para la elaboración de la horchata es retirar las hierbas que están en malas condiciones y luego lavar las seleccionadas. Durante una noche quedan en una suerte de presecado.
Los siguientes pasos. Al día siguiente, las hierbas pasan al horno donde son secadas y deshidratadas durante un día a una temperatura de 45 a 50 grados centígrados.
Al final. Después las hierbas son colocadas en saquillos para ser pesadas, picadas y finalmente, ser enfundadas.
Tomado de: Revista Líderes
Publicado el lunes, 30 de mayo de 2016.